…Y para las ojeras, existe el ácido hialurónico

La piel que rodea a los ojos, es, sin duda alguna, una de las más delicadas en nuestra anatomía. Es elástica, frágil, delicada, así que es por lo tanto más susceptible de que la falta de sueño y otras condiciones le afecten, dando origen a ojeras y bolsas. 

Es así como en determinadas ocasiones, sobre todo al levantarnos y mirarnos en el espejo, nos demos cuenta de que nuestra piel está hinchada y con un tono ligeramente oscurecido. Ello, no debe preocuparnos. Simplemente se trata de determinar qué está ocasionando esa condición y actuar en consecuencia. 

Lo laboratorios, expertos en belleza y dermatología, de manera constante están llevando a cabo interesantes investigaciones con la finalidad de determinar qué o cuales sustancia y productos son los que más se adecúan, de acuerdo con el tipo de piel, para prevenir y erradicar (a veces de manera definitiva) las bolsas y ojeras, dando paso a un rostro con una apariencia menos cansada. No en vano es menester recordar que tal, y como se ha afirmado en múltiples ocasiones, “los ojos son el reflejo del alma”, y es necesario cuidar la piel que les rodea. 

En el caso específico de las ojeras, se ha señalado que tienen origen en diversos factores, entre los cuales predomina la falta de sueño. A ello se le añade el paso de los años y alguna condición genética o trastorno hereditario, que hace que la piel debajo de los ojos se vascularice, ocasionando esa tonalidad oscura, tan incómoda y que tratamos de disimular con maquillaje. 

Al respecto, y de acuerdo a sus características,  se suela hablar de ojeras del tipo:

  • Pigmentadas: Ocasionada en razón del incremento de la sustancia llamada melanina de la piel de los párpado, bien sea  por herencia genética, por dermatitis atópica o eccemas en la zona.
  • Vasculares: Presentan un color violáceo, y la misma aparece en aquellas personas que, debido a que tienen la piel más fina en esa zona de lo normal,  se transparentan los vasos sanguíneos que hay debajo.
  • Valle de lágrimas: En virtud del envejecimiento y de la disminución de la grasa en esa zona, se observa un surco muy marcado que va desde el canto interno del ojo hasta la mejilla.

Pero como para casi todo en esta vida hay solución, aparece el ácido hialurónico como una de las alternativas por excelencia, usadas en la medicina estética para erradicar y/o disminuir las incómodas ojeras de nuestro rostro. Esta sustancia, al encontrarse de manera natural en nuestro organismo, es apta para todo tipo de personas.

Sus efectos son duraderos y de mínimos, por no decir ninguno, efectos secundarios o contraindicaciones. El ácido hialurónico ayuda a preservar la elasticidad y el tono de la piel de la zona, lo que nos permitirá lucir un rostro mucho más joven y terso. 

Actualmente, existen dos formas de disminuir o deshacernos de nuestras ojeras con ácido hialurónico:

  • Cremas o serum: De gran efectividad siempre que se mantenga una rutina de aplicación de estos productos en la superficie afectada, con lo cual, en pocas semanas desde su aplicación, pueden observarse resultados realmente satisfactorios. No obstante, su penetración es limitada, ante lo cual, y dependiendo del nivel de afectación, puede sugerirse la combinación con otro tratamiento
  • Infiltraciones: Considerado el más efectivo para eliminar las bolsas y ojeras de los ojos: En el caso de estas últimas,  permite recuperar el volumen perdido y rellena la ojera para igualar y proyectar la zona. Con las infiltraciones, la piel se ve más gruesa, con un tono mucho más unificado, disimulando así las ojeras y el aspecto del cansancio de la mirada.

Y nuestra acostumbrada recomendación… Consulte a un especialista, quien le orientará acerca de cuál es el mejor tratamiento a seguir. En Unimel, contamos con un experimentado equipo médico, dispuesto para atender sus requerimientos. Agende una cita. 

Dr. Víctor Ollarves / Clínica Unimel

Libérese de adiposidades y modele su figura de manera natural

La fosfatidilcolina o lecitina es un compuesto producido por el organismo en forma natural en el hígado.  También está presente en nuestro cuerpo en las membranas celulares y la contienen productos alimenticios como el sésamo, la soya y la yema de huevo.

Este nutriente protege a los órganos y las arterias de la acumulación de grasa, además de facilitar la absorción de la vitamina A y de algunas vitaminas del complejo B. También ayuda a reducir los niveles de triglicéridos y colesterol en la sangre.

Al ser inyectada, esta sustancia tiene la facultad de desestabilizar y romper células grasas, contribuyendo con la eliminación de lípidos. Es recomendada en regímenes de adelgazamiento, ya que promueve la movilización de los depósitos de grasa en el organismo,  al acelerar y mejorar la absorción intestinal, con lo cual se facilita la digestión, se protege el hígado y se mejora la circulación sanguínea.

La fosfatidilcolina actúa en la célula, comportándose como un emulsionante o agente tensoactivo. Tiene el mismo efecto que observamos al colocar una gota de líquido de fregar platos en un envase con agua y grasa: gracias a la lecitina, las características fisicoquímicas de los lípidos almacenados pueden ser modificados y hacerlos solubles en agua.

Diversos métodos son empleados para que la lecitina traspase a barrera cutánea y penetre al panículo adiposo, siendo reasorbida por nuestro organismo, con los resultados esperados.  Por lo general es combinada con el  el desoxicolato de sodio, una sal biliar, que tiene acción detergente y es adipocitolítica por sí misma.

El Procedimiento: Infiltración subdérmica 

Se introduce el fármaco en la zona a tratar a través de infiltración subdérmica realizada con  microinyecciones profundas. La fosfatidilcolina se aplica cubriendo la extensión de la zona afectada.

Para este método se utiliza la fosfatidilcolina comercializada en ampollas individuales de 250 mg.

El número de inyecciones dependerá de la zona a tratar, las necesidades del paciente y la tolerancia del mismo al tratamiento. Esta técnica es totalmente diferente a la mesoterapia, ya que en este caso, la aguja no debe penetrar superficialmente. 

Modelar su figura y reducir esas adiposidades rebeldes ya es posible.  Luego de unas cuatro sesiones (se recomienda una cada 7 o 15 días) podemos comenzar a visualizar los resultados.

Sugerimos combinar tratamientos de este tipo, con la realización de actividades físicas, ingesta de agua y una alimentación saludable que incluya frutas y verduras.

En Unimel, nuestros especialistas pueden hacer una evaluación de qué tratamientos y cuáles zonas de su cuerpo pueden responder positivamente a procedimientos con fosfatidilcolina. Agende una cita! 

Dr. Víctor Ollarves /Clínica Unimel

#unimel #unimelve #venezuela #dermatología #laser

¿Grasa en la papada?: El Ácido Desoxicólico podría ser la solución que buscas

El mentón, el cuello… Son lugares de nuestro organismo que, aunque no lo creas,  puede ser un almacén de grasa para algunas personas.

Sin duda alguna, el tener adiposidad en esa zona, suele ser uno de los motivos de consulta a los médicos especialistas en estética y, lo más importante: la grasa puede ser removida sin necesidad de cirugía estética.

Ahora bien… ¿Qué es esa sustancia denominada Ácido Desoxicólico?

Es un ácido biliar, que forma parte de los cuatro ácidos principales producidos por el hígado. Su principal función es la “emulsificación” de las grasas, para que las mismas sean fácilmente absorbidas por el intestino. Es decir, licúa o diluye el tejido graso, para que este sea de más rápida eliminación en aquellas partes de nuestro organismo en las cuales se inyecte.

Ya no necesitarás recurrir a la cirugía para eliminar el exceso de grasa en la papada. Al momento de ser aplicado, destruye permanentemente las células adiposas que allí se hayan instalado.  Aunque es una técnica segura, hay que tomar ciertas precauciones antes de decidirte por un procedimiento de esa índole.

Es sumamente importante que la aplicación de esta sustancia sea realizada por un médico especialista. En algunos casos,  el suministro del ácido por no profesionales, puede originar una lesión del nervio mandibular marginal, con lo cual la persona afectada podría tener una sonrisa asimétrica.

Si la inyección es colocada de manera incorrecta y por manos inexpertas, puede incluso ocasionarse daño en glándulas salivales, ganglios linfáticos y músculos del rostro, ocasionando inflamación, dolor e imposibilidad para tragar. También puede presentarse una parálisis facial (parestesia), que aunque pasajera, incomodará al paciente.

El Ácido Desoxicólico, al ser mezclado con otra sustancia llamada fosfatidilcolina, se emplea en inyecciones para tratamientos de mesoterapia. En lo correspondiente a investigación, suele ser utilizado como “detergente suave” para aislar las membranas asociadas a proteínas.

Administrado por profesionales, los resultados de la aplicación del ácido son visibles, en un periodo d 15 días, aproximadamente, pero los resultados son visibles a partir del primer mes.  Su aplicación debe realizarse en el área del mentón, asegurándose antes que exista suficiente cantidad de tejido adiposo. Por lo general un tratamiento completo requiere de entre una a cuatro sesiones, aproximadamente.

Los beneficios son tangibles

Puede considerarse una solución alterna a la cirugía estética en aquellos pacientes que rechazan su propia imagen frente al espejo. Aunque por lo general se utiliza sólo con fines cosméticos, la aplicación de Ácido Desoxicólico trae beneficios casi que inmediatos en la psiquis de quienes no se sienten a gusto con su aspecto físico, en este caso por el tamaño de su mentón (papada).

Este medicamento ha sido considerado innovador, en razón de que, como señalamos anteriormente, es un procedimiento alternativo a la cirugía, y de muy bajo costo. De igual forma, al ser el primero de este tipo de tratamientos que se somete  al rigor metodológico de los ensayos clínicos, empleando criterios estandarizados de validación de la respuesta; sus resultados son aceptables en dos tercios de los pacientes.

Dr. Víctor Ollarves / Clínica Unimel

#unimel #unimelve #venezuela #dermatología #laser